Cada lugar tiene una personalidad, unos son sensuales, otros rocosos o desoladores y otros afables o tranquilos. Al igual que el ser humano, el carácter es único para cada lugar. Cambia a través de las estaciones, e incluso durante el día. Una pacífica mañana puede rápidamente convertirse en una tarde tormentosa.
Si el fin de una buena foto es describir una escena, es importante conocerlas y desear capturarlas cuando están siendo ellas mismas. Al igual que cualquier amigo, es importante tratarlos con respeto admirando los pequeños detalles, que realmente son los que dan un sentido especial a todo.
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