La ultima calle que haciendo honor a su pasado e intentaba
conservar aquello que llamábamos empedrado, pasó a peor vida. Ayer mismo y como últimamente sucede,
pasé por su a medias sol y sombra, una mezcla de hierba y piedras parecían pelearse
por aparecer.
La ultima calle, si, la que al pasar te hacia retroceder en el
tiempo y que ahora pasará a mejor vida, será empedrada pero con algo que no nos
pertenece, al menos al viandante, no es el canto redondo y gris al que llamamos
piedra cerreña, el que brilla cuando llueve y al que le sale esas florecillas
pequeñas y moradas, aunque alguna que otra manzanilla también. Será otra
piedra, a saber de qué cantera, de color rojo y blanco y de arista viva. No sé
si por cuestión de modas pero si sé, que no es la que como único material
cercano se utilizaba en antaño. La noble era para las casas nobles a forma de
estera en la entrada, la otra, la humilde y gris desaparece porque es de pobres.
La Lopa, la que valía para llevar a foráneos y explicarles tan
humilde éramos, muere hoy y tendrá que esperar a otros dirigentes con una pizca
de sensibilidad para rescatar lo que fuimos y no lo que intentamos ser. Bueno
algunos pondrían mármol. Así es mi pueblo y ya veréis la importancia que se le
da. Para mí la tiene y mucha. Conservar costumbres y tradiciones para videos de turismo, para lo demás, que mas da.
PD. Ya intenté explicarlo y fui lapidado, eso sí, con la gris y redonda, la
de pobres, la que al parecer ya no hay ni en el campo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario