Camden Town

Parece sacado de una película de ciencia ficción tratado con una puesta en escena muy cuidada y como a más de uno nos gustaría que fuesen las ciudades, llenas de gente de todos los lugares y colores, chinos, jamaicanos, indios, nativos y transeúntes que fueron para poco y se quedaron, entre chaquetas de piel, kimonos de seda, artesanía étnica, cachivaches de lo más kitsch, ropa retro de segunda mano, antiguallas de todo tipo...

Los tatuadores de henna y los peluqueros rasta, restaurantes con un simple mostrador donde te invitan al paso a degustar un sin fin de sabores que no son otra cosa que trocitos de mundo para deleitar la vista y el gusto.

Canden Town, un lugar obligado de visita londinense, puro arte callejero. La vista se emborracha pero te exige seguir mirando y para recuerdo me traje a esta musa casi de plástico, se extraño cuando le dije si le importaba el que la fotografiase, como si dijese “el rarito aquí eres tu chaval”.

Esto es un claro ejemplo de quien nos llevan años de adelanto, aunque algunas cosas son mas complicadas de entender y de aceptar, en fin saco en claro que somos atractivos por ser diferentes en costumbres y quehaceres. La belleza no tiene forma